iusfilosofando

lunes, 11 de julio de 2011

EL POETA, EL FILÓSOFO

Ser marxista hoy significa no sólo poner en juego la inteligencia
para fundamentar la necesidad y posibilidad de esa alternativa
(al capitalismo), sino también tensar la voluntad para responder
al imperativo político-moral de contribuir a realizarla.”
Adolfo Sánchez Vázquez



Me parece que fue Ética el primer texto que leí de Sánchez Vázquez, y fue esta obra la que contribuyó a tener una visión diferente de lo que en realidad era pensar desde un espectro ideológico diferente. Estoy cierto que la convivencia que tuve desde años mozos con gente de letras, me ayudo a conocer su obra.
Me parece necesario no dejar pasar el momento para hablar de Sánchez Vázquez, pues la vorágine en la que vive nuestro país, la segunda patria del autor, está envuelta en el duelo de la trova y hipnosis del balón pie.
La mass media y la historia de bronce es cruel, pues es más redituable transmitir un desfile de la “sub” o repetir conciertos de Cabral, que detenerse a elaborar capsulas de divulgación sobre lo que aporto a nuestro país el autor en referencia. De ahí mi compromiso para hablar de un hombre de ideas. Es mi propósito, no desgastar al lector con un desmenuce de su obra, pues no habría espacio suficiente, sólo pretendo aportar datos que ayuden a entender quien fue y que sirvan para orientar a quien por iniciativa quiere revisar su obra.
El mundo sabe que nació en Algeciras, Cádiz, España en 1915; que a temprana edad se afilió a las Juventudes Socialistas Unificadas, y colaboró en la sección literaria de Mundo Obrero, además de dirigir periódicos de compromiso marxista como Ahora, órgano central de las JSU. Su orientación y su activismo ideológicos no le impidieron iniciar una andadura creativa, en la línea estética de otros autores de la Generación del 36. Afiliarse a las Juventudes Comunistas fue un compromiso político e ideológico con el socialismo y con la lucha antifascista que mantuvo toda su vida.
Sánchez Vázquez estudió Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid, para luego emigrar a nuestro país en 1939, llegó a Veracruz el 13 de junio de ese año tal y como lo hicieron otros intelectuales, científicos y artistas.
En México, cursó la maestría en Letras Españolas en la UNAM e ingresó como ayudante de Eli de Gortari, en 1952.  Continuó como profesor de asignatura a partir de 1955, y desde 1959, como profesor de carrera en la Facultad de Filosofía y Letras. Se doctoró en Filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México,  donde impartió clases como profesor emérito. Luego fue electo presidente de la Asociación Filosófica de México y miembro del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República. Participó además en la fundación y redacción de revistas del exilio como Romance, Ultramar y Boletín de la Unión de Intelectuales en México.
Algunas de sus destacadas obras son: Las ideas estéticas de Marx (1965), Filosofía de la praxis (1967), Ética (1969), Rousseau en México(1969), Estética y marxismo (1970), Ciencia y revolución (El marxismo de Althusser) (1978), Filosofía y economía en el joven Marx (1982), Ensayos sobre arte y marxismo (1984), Escritos de política y filosofía(1987), Filosofía y circunstancias (1990), Invitación a la Estética (1992), Cuestiones estéticas y artísticas contemporáneas (1996), Entre la realidad y la utopía (1999), De Marx al marxismo en América Latina (1999), El valor del socialismo (2000), A tiempo y destiempo (2003) De la estética de la recepción a una estética de la participación (2005) y Ética y política (2007).
En este último texto Sánchez Vázquez sostiene que: “Por política entendemos la actividad práctica de un conjunto de individuos que se agrupan, más o menos orgánicamente, para mantener, reformar o transformar el poder vigente con vistas a conseguir determinados fines u objetivos”. Invito a mis lectores a leer esta última obra para entender y encontrar razones por las cuales no caer avasallados ante el pragmatismo, y sí del porque es una necesidad mantener la consecuencia.
Las aportaciones de Sánchez Vázquez no se quedan en la línea de las reflexiones filosóficas, sino que contribuye desde su formación a escribir poesía. Colaboró en la revista Octubre, y, junto a Enrique Rebolledo, fundó y dirigió la malagueña revista Sur (1935-1936). Su libro El pulso ardiendo recoge poemas de los años anteriores a la guerra civil. En 2005 reunió su obra lírica en el volumen Poesía, que se divide en tres apartados, El primero, "Poesía en vela", recoge sus composiciones iniciales, marcadas por el vanguardismo y el compromiso político. El segundo, "Poesía en guerra", es un compendio de la lírica de trincheras. Y "Poesía en exilio", escrita en su destierro mexicano, presenta una conciencia crítica erigida contra la injusticia y la indiferencia humanas.
Quiero despedirme compartiendo con ustedes la segunda parte de su poema Elegía a una tarde de julio, II. Que parece describir un apocalipsis inevitable.
Todas las lágrimas del mundo,
todo el odio que empuja
a las fieras dentelladas
va a reunirse de pronto
en esta tersa piel de toro.
Gritad, llamad,
hombres del campo y las ciudades
antes de que los prados se calcinen
y las casas se desplomen en llamas.
Pronto, pronto,
antes de que el huracán del odio
derribe en las ciudades
las primeras paredes
y quiebre en el camp o las primeras ramas
de los temblorosos árboles.

Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.

4 comentarios:

@BarbaraCabrera dijo...

Maestro, interesante columna la que este día nos presentas. Invita sin duda a conocer a profundidad la obra de un grande.

Magnífico salir a la palestra pública a plantear este tipo de cuestiones y no dejemos llevar por la mass media.

Un abrazo y mi reconocimiento a tu labor.

Anónimo dijo...

Maestro:

Excelente texto, que bien que rescata el lamentable suceso y que mejor que nos enumera las obras destacadas, me parece que con su columna contribuye a un pequeño homenaje al gran filósofo que escribió para mejorar a este mundo.
Con su columna logra lo que no muchos, comunicarnos a los demás de la Obra del Doctor Adolfo.

Saludos

Luis

Anónimo dijo...

/como cienpre epselente leyanlo
@MemoJarasFierro

Anónimo dijo...

Mañana #DiaDelAbogado, recibe desde ahorita un estrecho abrazo de felicitación. Gracias por la reflexión de hoy

Victor Vivas