iusfilosofando

martes, 31 de octubre de 2017

EXPERIENCIA PARA TRANSFORMAR



“La voz interior me dice que siga combatiendo contra el mundo entero,
 aunque me encuentre solo” 
Mahatma Gandhi



El mes que termina fue el mismo en que Mohandas Karamchand Gandhi nació. Este activista y luchador social que vió la luz un 2 de Octubre de 1869 en Porbandar (actual estado de Gujarat) India. Tuvo la oportunidad de estudiar derecho en el University College de Londres.
Sus inicios como activista se dieron en el contexto de su labor como abogado, tras  aceptar ejercer la profesión en Sudáfrica se dio su primer enfrentamiento, en un tren cuando el personal del vagón aplicando la política racial, le advirtieron que a los de color no les estaba permitido viajar con los blancos, acto seguido le ordenaron se marchara al vagón de equipaje; tras negarse, fue arrojado por la fuerza en plena noche.
Así inició su conducta de resistencia la que catalogó como “la experiencia más decisiva de su existencia”. Aduciendo que "si el hombre se diera cuenta de que es contrario a la naturaleza del hombre obedecer leyes injustas ninguna tiranía haría presa en él". (GANDHI, 1987:32)
La llegada de Gandhi a un nuevo lugar no fue sencilla, se encontró con que era tratado como miembro de una raza inferior. Un lugar donde las libertades civiles y los derechos políticos de los inmigrantes indios eran negados, esto en Sudáfrica.
Con su formación universitaria y conocimiento, pronto se involucró en la lucha por la defensa de los derechos fundamentales de sus compatriotas. No fue fácil, arrastraba la inmovilidad social de los suyos, el desprecio a organizarse, el miedo de alzar la voz, por eso su primera labor fue despertar la solidaridad de todos los indios de credos y castas diferentes para construir juntos la resistencia no-violenta. Les hizo ver que era imposible someterse a la ley, por ser injusta.
Este ejercicio solidario y una amplia convocatoria, hizo que miles jurarán en un mitin no someterse a la ley. El compromiso era sencillo, resistirían hasta la muerte antes que someterse a la discriminación.
Este compromiso iba acompañado de un principio: la resistencia se haría sin violencia. Inspirado en Henry David Thoreau, con su ensayo Desobediencia civil. Gandhi, dio su sello particular: los términos resistencia pasiva y desobediencia civil, además de acuñar otro término: Satyagraha (abrazo de la verdad), método de acción social directa basado en los principios del coraje, la no-violencia y la verdad.
Creía que el modo en que la gente se comporta vale más que lo que consigue. Satyagraha promovía la no-violencia como el método más apropiado para alcanzar objetivos políticos y sociales. Gandhi luchó por 25 años para convencer a todo el país, de rechazar los tejidos extranjeros en beneficio del algodón crudo hilado en millones de ruecas, persuadido de que la miseria de los campesinos indios, procedía ante todo de la decadencia de los oficios rurales.
Esta experiencia de lucha y de cercanía con la gente me lleva a reflexionar, a propósito de las campañas presidenciales, ¿cuántos de los que hoy quieren dirigir México, tienen un antecedente de conocimiento del país? ¿Cuántos de ellos conocen verdaderamente la realidad de millones de mexicanos que viven en la extrema pobreza? ¿Y cuántos de ellos, sabedores que no tendrán ninguna oportunidad, simplemente buscan los reflectores? ¿Se vale jugar con una figura nueva como la de las candidaturas independientes?
Sin duda, la experiencia y el conocimiento sobre el país, ayudan transformarlo. Es difícil creer en alguien cuando tuvo ante sí la oportunidad de transformarlo y participó como cómplice silencioso en una campaña contra el narco donde las bajas ciudadanas eran llamados daños colaterales. ¿Podemos creerles a personajes que han vivido de la política y del presupuesto público y hoy se quieren vender como “independientes”? Porque como expreso Gandhi: “Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible.”
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.



1 comentario:

@BarbaraCabrera dijo...

Sin duda Doctor, estamos en una época convulsa, violenta y en ocasiones parece hemos tocado fondo como país, como mundo. No obstante, desde mi palestra aún creo que podemos trabajar unidos para rescatar lo que nos queda y encaminar a las futuras generaciones a un mejor futuro.
Sigamos generando conciencia, haciendo llamados; actuando en consecuencia y dando ejemplo de que ¡Sí se puede!

Gran texto, lo comparto en mis redes.